lunes, 1 de marzo de 2010

Comparación de tres sistemas


Entrada monolingüe



Comenzaremos diciendo que ya se ha ilustrado en estas páginas muchas veces que de donde parte la distorsión de la proporcionalidad en la asignación voto-asiento, más que de la fórmula de reparto (Hondt, en este caso), es del tamaño de la circunscripción electoral y del mínimo de diputados preasignado.

No afecta tanto a la justicia del reparto de votos en escaños, que se use la fórmula de Hondt, la de Sainte-Lagüe, la de Hare Niemeyer o la de Droop,
como el que en lugar de la provincia como circunscripción se use el Estado español entero,
o que en lugar de tener dos diputados preasignados cada provincia, no tengan ninguno concedido de antemano.


Si se eliminan los diputados preasignados, la proporcionalidad mejora. Si se reducen a uno, también mejora, aunque menos.

Si se agranda la circunscripción electoral hasta la Comunidad Autónoma o el Estado de España, la proporcionalidad mejora.

Si se aumenta el número de escaños, la proporcionalidad aumenta.


Recordemos, antes de avanzar, que la proporcionalidad del voto es la idea de justicia de que si los votantes de un partido político tras unos comicios suponen el x%; los parlamentarios de dicho partido político acaben ocupando el x% de los asientos o escaños del parlamento.

La idea opuesta a la de la proporcionalidad es la del sistema mayoritario, winner takes it all, como dicen los ingleses: el ganador se lo lleva todo. Así, si los votantes de un partido suponen el 51% del voto emitido, los parlamentarios obtienen p.ej. un 80% de los escaños. No se basa el sistema mayoritario, al contrario que el proporcional, en el principio de justicia sinó en de estabilidad.


Lamentablemente, la Constitución Española fija la circunscripción electoral provincial, el mínimo de diputados preasignados en uno y el máximo de diputados en el Congreso en 400.

Así, que para hacer la reforma bien hecha, habría que modificar la Constitución. Los partidos políticos, demostrado su intolerable y venenoso partidismo —hablamos sobre todo de P.P., P.S.O.E., CiU y P.N.V.— no lo facilitarían, ya han dado buena muestra de ello, dándole la espalda a las necesidades democráticas del Pueblo. Tal es nuestra opinión.


Solución de máximos

La solución ideal, después de estudiar el asunto, aquí hemo dicho concluyendo que era: circunscripción estatal única para el Congreso de los Diputados; sin mínimos de diputados preasignados; con 400 diputados, aunque esto es secundario en esta propuesta; reparto mediante la fórmula de Hare Niemeyer.

Véase la siguiente simulación con los resultados de las votaciones emitidas en las últimas Elecciones Generales. A pesar de que es una simulación estática, es decir, con votos emitidos en un escenario harto distinto. La simulación no alcanzaría a reflejar, obviamente, cómo se habría comportado el electorado sabiendo que el sistema de asignación de escaños sería otro del que era. Aún así, para examinar la diferencia en la (falta de) proporcionalidad, ya nos sirve.
simulación reparto ideal 1 voto 1 asiento

Las diferencias de resultados con el sistema actual son notorias. Muchísima menos distorsión en la asignación de asientos a las listas electorales según los votos que hayan obtenido.

El sistema proporcional de conversión de votos en asientos o escaños parte de la idea de que el porcentaje de votos de una determinada lista electoral tiene que ser igual, prácticamente, que el porcentaje de escaños que a dicha lista se le asignan.

Si observamos las dos columnas de la derecha de la tabla, podrán comprobar que el sistema que aquí proponemos como ideal es muchísimo más proporcional, y justo, por lo tanto, que el sistema actual.

Los casos más notorios, como siempre hemos constatado, son las correcciones que se experimentan en las candidaturas electorales de P.S.O.E., P.P., I.U., U.P.D.


Pero esta solución óptima exige modificar la Constitución y eso choca con el detestable partidismo que hemos de soportar.

Pero, ojo, porque lo estamos votando y permitiendo. Que es responsabilidad nuestra, de los votantes, el desmontarlo.


¿Qué soluciones tenemos sin modificar la Constitución?

La solución propuesta por I.U. va en la buena dirección: circunscripción provincial con mínimo de diputados preasignados en uno; número de diputados totales en la cámara de 400.

Intentan explotar (sacar partido) al máximo los límites que permite la Constitución Española.

Fórmula de reparto de Sainte-Lagüe, más proporcional que la de Hondt. Aunque menos que la de Hare Niemeyer, por cierto. Cosa que no acabo de comprender de su propuesta, porque además les perjudica.


Pero lo que de verdad tiene valor en la idea de I.U. es la llamada "bolsa de restos nacional", con la que se repartirían los últimos 50 diputados.

Son: 350 diputados repartidos en las circunscripciones provinciales, más 50 repartidos por los restos de escaños sin asignar de todas esas provincias. Sin ese mecanismo, la ley reformada ganará bien poco en justicia.

Con tal instrumento, la simulación del parlamento con los resultados de las votaciones emitidas en las últimas Elecciones Generales quedaría como sigue:
simulación reparto propuesta izquierda unida iu con bolsa de restos

Es peor que el sistema que aquí consideramos ideal —observen que la diferencia de las dos columnas de la derecha es menor—, pero es un avance muy positivo y que se encontraría con resistencias y requisitos de quórum mucho más débiles.


Pero, si se atacase y desmontase la idea de una bolsa de restos nacional para los últimos 50 diputados a asignar, tal sistema pierde sus bondades de manera notoria.

Es decir: circunscripción provincial con mínimo de diputados preasignados en uno; número de diputados totales en la cámara de 400; fórmula de reparto de Hare Niemeyer, mejor en proporcionalidad que la de Sainte-Lagüe, y que uso porque es más fácil de calcular y para que comprendamos que, aun usando ésta, sin la bolsa de restos nacional, el sistema propuesto pierde muchísimo.

Si antes, se repartían 350 diputados por provincias, y con los restos sumados, a nivel estatal los últimos 50,
ahora repartiremos los 400 diputados por provincias para que vean que esa bolsa de restos es indispensable para la proporcionalidad.

La simulación queda:
simulación reparto propuesta izquierda unida iu con bolsa de restos

Sigue siendo mejor que la situación vigente, porque eso es fácil. Pero es peor que las dos opciones expuestas más arriba. Corrige menos la ineficiencia. Es la mitad de justa que la fórmula de I.U. intacta, sin castrar el mecanismo de bolsa de resto nacional. Igual que esa fórmula era casi la mitad de justa que el sistema que proponíamos aquí.

Usando Sainte-Lagüe u Hondt en lugar de Hare Niemeyer, la mejoría sería aún menor.

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